Categoría: pasion

¡AL MANAGER, BOTEN A MATTINGLY!

Por Andrés Pascual

La crónica en español surfloridana, francamente poco competitiva, le ha abierto espacios entre signos de admiración a la opinión de un scout que dijo que los Marlins “debieran empezar de cero”, o sea, que prescindan de la mayoría los jugadores y levanten la bandera blanca, pero no mencionó ni a la gerencia en la oficina ni al manager de terreno…

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FANATISMO Y EVOLUCIÓN, LOS MODERNOS DE LA LIGA CUBANA (2da y final)

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Por Andrés Pascual

Si algo contribuyó a reafirmar el fanatismo por el Almendares desde los pioneros (era de la bola muerta), debió ser que muchísimos estrellas criollos, en algún momento o durante toda su carrera, vistieron el uniforme glorioso: desde Mulo Padrón, primer jugador cubano que se puso un uniforme de Liga Grande post 1900, cuando lo firmó Comiskey para meterlo como español en el Chicago del Joven Circuito.

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SOBERBIO PITCHEO DE KLUBER PARA BLANQUEAR A LOS CUBS

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Por Andrés Pascual

¿Qué tiene Cory Klubler? Hace un par de anos escribí lo que repetiré: “seguridad en sí mismo, valor, buena velocidad (recta que se mueve), mezcla bien los pitcheos, no permite que se estabilice un bateador en home por los cambios constantes de localización y de velocidad y un tremendo slider. Es un lanzador que sabe que el 90 % de la batería que enfrentará está por debajo de su clase como pitcher, es decir, se impone antes de hacer el primer lanzamiento…”

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EL PODER DE LA FE Y LA VOLUNTAD EN EL DEPORTE (I)

PETE GRAY SWING

Por Andrés Pascual

El primer manco en jugar en Grandes Ligas no fue Pete Gray, sino Hugh Ignacio Daily (Nacido Harry Criss en Irlanda en 1847, fallecido después en ¿1927?), pitcher que perdió media extremidad a temprana edad y pudo lanzar para 7 clubes en las Mayores de entonces, uno de estos los Bisontes de Búfalo (1882, año del debut y los Cleveland Blues en 1887, último de su carrera), sin embargo, por su voluntad, por su recia personalidad y por su FE, ambos lograron lo que muchos hombres normales no pudieron: jugar en la cima de su deporte favorito.

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¿A QUÉ OBEDECE LA DIFERENCIA?

torriente placa cooperstown

Por Andrés Pascual

Hay una norma que huele a conspiración contra los peloteros cubanos negros que no actuaron en Grandes Ligas y es la de hacer todos los All-Star hispanos posibles; incluyo la selección del mejor pitcher, mejor bateador… con jugadores que actuaron en las Mayores; así dejan fuera a más de 6 propiedad exclusiva de la mayor de Las Antillas… posible por la escasez de cubanos relacionados con la prensa y me refiero a ESPN y cosas así, como en los propios clubes del Beisbol Organizado en otras funciones; o por el absoluto desconocimiento de los cubanos que trabajan en diarios de gran tirada como los de Miami. Es una forma de congraciarse con las otras nacionalidades que no tuvieron, acaso por eso les interesa poco, participación de interés ni clase, salvo algunos pocos, en la pelota mal llamada independiente para proyectarse como jugadores de actuaciones memorables.

El circuito sepia americano contempló, por las razones que fuera, a muy pocos jugadores que no fueran de origen cubano; incluso la única nacionalidad latinoamericana que poseyó clubes en ese beisbol fue la cubana; todavía más atrás, en 1911, el Dr. José Enríquez logro realidad su sueno de constituir el primer club en el beisbol americano solo con peloteros cubanos, el Long Branch, que jugó para la liga New York-New Jersey y ganaron el campeonato en 1913 con Luque y Miguel Angel González en el róster, a 18 1/2 juegos del segundo lugar.

Otro detallito que se emplea mucho es el de «Rod Carew es el mejor bateador hispano de todos los tiempos…» ¿Por qué?

La barrera racial fue tan injusta que, hasta hoy, tenemos que seguir, por lo menos nosotros los cubanos, aguantando esos paquetes y nadie mira hacia atrás.

Roberto Clemente fue una estrella de su tiempo; sin embargo, en el tipo de beisbol que le tocó jugar, el criollo Cristóbal Torriente hizo lo mismo que él: lo mejor en el rightfield, pero más bateador.

Pelotero de cinco herramientas, bateador de bolas malas, el zurdo de la ciudad de Cienfuegos fue capaz de arrancar elogios como el de C. I. Taylor, manager del Indiannapolis A.B.C, que dijera una vez: «Si ves a Torriente por la acera de enfrente puedes decir, sin exageración, que ahí va un team de pelota…»

Muchos años después de 1920, Frankie Frisch dijo:»Yo estaba en La Habana con Babe Ruth y otros doce jugadores de los Gigantes de Nueva York; ocurrió cincuenta años atrás y todavía lo recuerdo claramente, sobre todo a Cristóbal Torriente, un tremendo bateador zurdo que jugaba en los jardines. Creo que yo actuaba en tercera en cierto momento cuando bateó de rolling hacia mí y, por instinto, mire el guante buscando la pelota, que no estaba; sino había hecho un hueco profundo a centímetros escasos de donde cubría; la bola, que casi nadie pudo ver, continuó viaje rumbo al leftfield. Tuve suerte de que no fuera de frente. Torri no solo es uno de los bateadores de más poder que haya visto, sino que chocaba con la pelota como cualquier otro super-bateador y eso es lo que fue, un super-bateador. En aquellos días, Torriente era la verdadera estampa de un pelotero. Nos hubiera gustado sobremanera traerlo a las Grandes Ligas…».

En el Chicago American Giants, de Rube Foster, el tremendísimo outfielder era el bateador de poder, el clutch hitter que no fallaba, por lo que el manager podía contarle a la prensa después que: «…Hombres rápidos, que se embasaban, como Jelly Gardner, Jimmy Lyons, Dave Malarcher o Bingo DeMoss iniciaban el derrumbe de la oposición con sus rollings y su velocidad para ganar bases extras…entonces venía Torriente, con su clase y su determinación. Yo siempre decía, «llega que atrás viene Torri y él terminaba la frase con vamos, que de cerrar me encargo yo y se encargaba como nadie ni con la seguridad que lo decía…»

Cristobal Torriente era reconocido como un bateador que disparaba verdaderos cañonazos hacia todos los ángulos y su poder al bate se comparaba con Josh Gibson: en el primer Almendares Park, donde las cercas estaban a más de 500 pies, disparó jonrones que cayeron detrás de las bardas sin bola viva, sin bates especiales ni, mucho menos ,esteroides.

Según Bob Williams, un ex short stop del beisbol sepia, en la temporada de 1920, mientras jugaba para el Chicago American Giants, Torriente disparó una línea que le dio a un reloj de 27 pies de altura por encima de la cerca del centro del terreno, por lo que las manecillas se dispararon y comenzaron a girar alocadamente sin dirección. Los batazos del cubano eran normalmente de entre 450, 480 pies según quienes pudieron verlo.

Junto a Jelly Gardner y Jimmy Lyons formó el mejor outfield del circuito negro en toda su historia y, como jardinero derecho, tenía manos extraordinarias para fildear, tan buenas que lo usaron, a pesar de ser zurdo, en segunda, en el short y en tercera, su brazo era un verdadero cañón y, si no triunfó como pitcher (récord 15-5) en Ligas Negras, se debió a su extraordinaria clase como bateador; la velocidad del cienfueguero era comparable a la de los tres mejores en el beisbol de entonces, un verdadero super-pelotero de las tan manoseadas cinco herramientas.

En 1918 se unió al Chicago Americans Giants y quitó del jardín central a Oscar Charleston, que tuvo que irse al left. Ese año el cubano tuvo su bautizo contra pitchers big leaguers en tierra americana cuando enfrentó a los Piratas de Pittsburgh, bateándole cuatro hits en dos juegos a Jack Quinn y Dave Jones.

Un año más tarde, en La Habana, jugando para el Almendares, en un tour por la Isla contra los Bucaneros, bateó de 18-11, incluyendo un triple, 4 dobles y 2 jonrones a Leo Cadore, Hal Carson, Elmer Ponder y Jeff Pfeffer.

A los Piratas les siguió el escuadrón All-Americans de Jack Quinn, Torriente terminó la serie con .359 y cuatro jonrones, todos para empatar o decidir juegos y uno de ellos, conectado a John «Mulo» Watson, épico, de una distancia superior a 550 pies del home.

Torriente, Gardner y Jimmy Brown fueron una especie de playboys para el club Chicago American Giants, amaban la vida bohemia, hasta altas horas de la madrugada, por lo que Fóster acostumbraba a multarlos y suspenderlos si tenían un mal día; no obstante, una vez reconoció que eso no pudo hacerlo sino dos veces con el cubano, que no acostumbraba a «días malos» con frecuencia ni por el alcohol ni por el cansancio ni, mucho menos, por lesiones, que le ocurrían muy raramente y nunca graves.

En 1921 bateó .302 y contribuyó decisivamente a que su club ganara la recién instaurada Serie Mundial de Ligas Negras contra el Bacharachs de Dick «Cannonball» Redding: con la serie empatada a tres, decidió con el más largo jonrón jamás bateado en Dyckman Oval, en el Bronx, que puso el marcador 6-3 a favor de los Americans Giants en el sexto, entonces se hizo cargo del box y cerró el juego con tres escones. Ese año con otro enorme estacazo en Shibe Park, Filadelfia, eliminó al Hilldale -posterior equipo de Martín Dihigo-, con score de 5-2. Torriente fue chambion bate en Ligas Negras y su promedio de por vida fue de.339, acumuló averages de .400 ó más y por encima de .370 varias veces; en la Liga Cubana, su .351 es el más alto de todos los tiempos, seguido por otra extraordinaria injusticia de Cooperstown, Alejandro Oms, con .350.

En 1952, el editor deportivo del Pittsburgh Courier, Wendell Smith, escogió el más grande outfield negro de todos los tiempos: Monty Irving, Oscar Charleston y Cristóbal Torriente; pero, para Cum Posey, el zurdo cubano era el mejor de todos, En «La Otra Mitad de la Historia del Beisbol», John B. Hollway, luego de entrevistar a muchos estrellas negras de hasta finales de la década de los cuarentas, llega a la conclusión de que: «…Cristóbal Torriente fue el mejor jugador salido de Cuba que no jugó en Grandes Ligas; mejor que Dihigo, porque bateaba y corría más y con el poder de dos privilegiados: Babe Ruth y Josh Gibson. Era un jugador defensivo sin igual en el jardín derecho; pero jugaba como el mejor en el centro; podía dominar como pitcher y no hacía errores ni en segunda ni en tercera, a pesar de su condición de zurdo.

En 1969, el cronista cubano Pedro Galiana, que vio a Torriente y a Dihigo en sus mejores momentos en este país, dijo: «Eran tan completos como cualquiera de los buenos de ayer o de hoy; pero el mejor pelotero cubano fue Cristóbal Torriente, sin discusión, que yo los vi a todos, en Cuba y aquí…»

John H. Lloyd, apodado «el Honus Wagner sepia» porque en nada era inferior su juego al del estrella de los Piratas de Pittsburgh declaró, en 1947: «El cubano Torriente, de 5’9 más o menos y 195 libras, corría más que yo, tenía el brazo de Meusel y fildeaba como Tris Speaker, ¿Bateando? Busca el mejor que haya y así lo hacía. En Cuba soltó un rolling al short stop que no me dio tiempo a colocarme bien, me golpeó el tobillo y levanto un fly de más de 30 pies de alto, cuando caí al suelo, pensé que me había arrancado el pie y de milagro no me lo arrancó…»

Definitivamente, si para los americanos Satchel Paige cuenta como el mejor pitcher de todos los tiempos y ponen a Gibson a discutir el mejor bateador, ¿Cómo se llama la política de no hacer lo mismo entre hispanos para «separar» y desconocer a los cubanos, que no pudieron jugar en el Beisbol Organizado, de ocupar iguales galardones entre los latinos? Yo lo sé, allá usted si no lo entiende así.

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UN JUEGO DE IMPORTANCIA ESPECIAL: REGLA B.B.C vs LICEO DE REGLA EN 1952

lindo suarezPor Andrés Pascual

En 1952, por el interés que despertó en la afición un juego de la Liga Nacional Amateur con 6,000 asistentes al Estadio del Cerro, se pensó que, la resurrección del amateurismo estilo Edad de Oro, era evidente.

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HAY JUGADORES QUE SERÍAN BENDECIDOS SI LOS CAMBIAN

felix contrato

Por Andrés Pascual

Nunca me gustó Sabathia, cada vez que huele el momento de la competencia se lesiona, eso en Cuba se llama “amarillo”, cobardón y mirá que está “jarretú” (ayer le corría la saliva desde la visera de la gorra, a chorros). Ni con los Yankees inspirados y en línea. Mención aparte Álex, este año se meten en todos los líos por su influencia, VAN A GANAR, con relevos o sin ellos, con abridores o sin ellos; el juego de pelota es raro, no es la primera vez que un hombre influya en un club solo con estar en el terreno, este Alex Rodríguez no es nuevo, sino que recuperó al de Seattle y al de Texas, además, ya viene bajando la ladera sin ninguna presión ni expectativas sobre él, ahora es peligroso.

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¿CONTRA PUIG? HASTA SU MADRE POR LO QUE VEO

Los Angeles Dodgers during game against the New York Mets Thursday, May 22, 2014 at Citi Field in Flushing,New York.Photo by Jon SooHoo/©Los Angeles Dodgers,LLC 2014

Los Angeles Dodgers during game against the New York Mets Thursday, May 22, 2014 at Citi Field in Flushing,New York.Photo by Jon SooHoo/©Los Angeles Dodgers,LLC 2014

Por Andrés Pascual

¿Quién le dio el visto bueno a MLB network para que le “pasaran” a Fox Sports y lo publicara, el miedo de Yasiel Puig a la recta dura? ¿Habrá sido Peter B’Jarkman? El nombre anterior por decir algo, pero yo no creo en nadie y lo dudo todo en asuntos que involucren a la tiranía y a ciertos deportistas “asilados”, como a Rigondeaix y a Lara; el link que puse debajo explica algo y lo hace todo sospechoso:

http://www.diariolasamericas.com/4855_beisbol/3240354_puig-le-tiene-terror-a-las-rectas-muy-rapidas.html

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«PÓNGAME A JUGAR SEÑOR…» PEPPER MARTIN A BRANCH RICKEY

pepper martin y al simmons 1931 ws

Por Andrés Pascual

Johnny Martin, apodado Pimienta, tal vez haya sido el único jugador de Grandes Ligas que, pese a ser un pelotero veloz, multiplicó por 10 esa herramienta por la forma como robó las bases (y la cantidad) en una Serie Mundial.

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¿REGRESA AL BEISBOL EL PROTAGONISMO BLANCO?

American League's Mike Trout, of the Los Angeles Angels, hits a home run during the first inning of the MLB All-Star baseball game, Tuesday, July 14, 2015, in Cincinnati. (AP Photo/Michael E. Keating )

American League’s Mike Trout, of the Los Angeles Angels, hits a home run during the first inning of the MLB All-Star baseball game, Tuesday, July 14, 2015, in Cincinnati. (AP Photo/Michael E. Keating )

Por Andrés Pascual

La realidad es que nunca lo perdieron, porque siempre el jugador anglo ha sido mayoría, pero estoy hablando de “figuras”, de individualidades, de Willie Mays por ejemplo, nombre sacrosanto contra el que no pudo ni Joe Dimaggio (porque la gente ha querido, la Media sobre todo) ¿Qué hizo Mays que el Clipper no hiciera? ¿Qué “herramienta” le faltó al Joe?

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